Pincel, Pintura y Lienzo.

La música suena a todo volumen en sus oídos, por sus brazos corren gotas de sangre y sus ojos, rojos en sus contorno e hinchados en sus párpados, no parar de dejar salir aquellas desgarradoras lágrimas que poco a poco arañan su piel de porcelana. En su estómago ya no quedaba nada, tirada en el suelo del baño esperaba el momento de poder vomitar de nuevo, o que sus manos temblorosas recobraran la fuerza capaz de volver a tomar la navaja, su pincel, y lentamente dibujar otra línea profunda en sus muñecas. Pero ya no podía hacerlo, por más que lo deseara, no podía seguir provocándole a su cuerpo tanto dolor, no podía romper esa promesa de nuevo, debía mantenerse fuerte, luchar contra el vacío de su corazón y dejar todo atrás. Llevó su mano lentamente al collar que guindaba de su cuello, una estrella, la aferró a su pecho justo en el momento en que los acordes de I Will Follow You Into The Dark de Death Cab for Cutie sonaban en sus oídos, y logró tomar la energía necesaria para levantarse del frío piso. Agarró también la navaja, y salió de allí hasta su habitación, abrió la ventana y colocó un pie sobre ella, y luego el otro, cerró el puño y en un intento de acabar con su vida, levantó el brazo y dejó caer la navaja por el abismo que la esperaba, tardó en llegar al fondo, lo cual la reconfortó, respiró profundo y miró atrás, susurró un “Adiós.” Y levanto un pie, quedando a sólo un paso de hacerlo, cerró los ojos y se impulsó contra el viento. Pero el destino aún le tenía una jugada. Antes de caer, una mano cálida la sostuvo firmemente, y la atrajo hacia sí, devolviéndola adentro y envolviéndola en sus brazos, haciéndola sentir protegida, y haciéndole saber que no estaba sola. “Estás aquí”-susurró ella entre lágrimas. “No podía dejarte sola” le respondió una voz suave en su oído, “No vuelvas a intentarlo, por más que te duela, no vuelvas a intentarlo. Te amo.”

                                               Fin.

Esto está dedicado a todas aquellas personas que piensan que están solas, cuando no es así. Si se sienten relacionadas con esto, sepan que siempre tendrán, aunque no lo crean, una mano amiga que las ayudará a no caer. En especial a mis amigas, a las que creen que son débiles; ustedes son fuertes si confían en ustedes mismas. Las quiero, recuerden que siempre estaré aquí, allá y donde sea, para ustedes.

-Alejandra

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